Redacción ACM
Para visitar el Jardín Botánico de San Andrés no es necesario ser científico, basta con la intención de tener un rato de relax integrándose con la naturaleza nativa de las islas, las especies tradicionales y además las plantas medicinales y aromáticas sobre lo que se entrega información sobre su uso.
Es maravilloso el silencio que rompe de vez en cuando el trino de un ave o el chasquido de la hojarasca cuando alguna curiosa iguana pasa rauda dando movimiento y color al privilegiado espacio.
El Jardín Botánico pertenece a la Universidad Nacional, ella lo construyó, lo administra y lo mantiene con doce personas a cargo que están pendientes del mantenimiento, de los jardines, del mirador de 12 metros que permite ver la bahía de Rocky Cay.
Es todo un concierto en el que la primera voz la llevan las plantas nativas de las islas para mostrar al visitante y a los nativos que todavía se mantienen y si están en peligro se rescatan estas especies.
Diariamente llegan en promedio 30 personas con intereses diversos de manera que llegan grupos de colegios, universidades, científicos, estudiosos del tema y turistas en grupos familiares.
Para turistas nacionales la tarifa para ingresar al sitio es de siete mil, para turistas internacionales diez mil y los niños menores de siete años hasta los doce años pagan solo dos mil pesos. Los estudiantes no pagan y los residentes solo pagan tres mil pesos. Los recursos van directamente a la Universidad Nacional
Las doce personas encargadas del mantenimiento, se dedican tres al cuidado de los jardines, dos guías, la directora Adriana Santos, la asistente y un jefe de jardineros.
Según se informó hay un estudio en marcha para ver la posibilidad de construir algo similar, es un proyecto que se hará en el sendero pero aún el tema está proceso de análisis.