Laura Restrepo
Sumergida en medio del mar caribe se encuentra la encantada isla de Providencia, un mágico y paradisiaco lugar que alberga y deslumbra la vista con su arcoíris de siete tonalidades azules fundidos entre las cristalinas aguas. Providencia por donde se mire desborda belleza y amor resplandeciente.
Con playas de arenas blancas, paisajes submarinos llenos de diminutos peces coloridos, montañas teñidas de verde y su cálido mar, hacen de Providencia un destino atractivo para los amantes de la tranquilidad, la naturaleza y vida marina. Cuyos paisajes tiene su encanto particular, un tesoro que revelan un paraíso terrenal.
Este pequeño pero maravilloso islote, cuenta con un clima tropical húmedo con temperatura promedio entre los 26 y 35 grados, a pesar de su tamaño, Providencia ofrece a sus visitantes infinitos recorridos naturales de los cuales se destacan: Cayo Cangrejo, la Cabeza de Morgan, cálidas playas en la zona de Aguadulce, el grandioso mundo submarino, el colorido manglar, además de un atractivo sendero que conduce a El Peak, la zona más alta de la isla, a 375 metros de altura, donde se disfruta de la mejor panorámica de la isla.
Ubicada a 72 kilómetros al norte de San Andrés, la isla de Providencia es un destino declarado por la UNESCO reserva de la Biosfera gracias a su diversidad natural. No cabe duda que este paraíso ubicado en medio de la nada, es la mejor opción para desconcertase de la caótica y rutinaria vida citadina, pues la paz, tranquilidad y la belleza exótica de sus paisajes recargan la energía y enriquece al alma a quienes se atreven a cruzar el mar y vivir una experiencia extraordinaria en esta joya moldeada por la madre tierra.